10 señales psicológicas de que duermes poco

10 señales psicológicas de que duermes poco

El sueño nos recarga las pilas, literalmente. Nos acostamos cansados por la noche y nos levantamos frescos y relajados. Cuando no dormimos lo suficiente, o dormimos mal, empezamos a sentir los efectos casi inmediatamente; nos levantamos cansados, no tenemos energía, estamos irritables. ¿Sabías que también hay otros signos más sutiles de la mala calidad del sueño?

Cuando no duermes bien durante un periodo de tiempo prolongado, puedes empezar a tener problemas graves. Según los expertos, la privación crónica del sueño puede causar obesidad, diabetes de tipo 2, enfermedades cardiovasculares y depresión, entre otros problemas de salud.

Las 10 señales psicológicas de no dormir lo suficiente

1. Eres (más) impulsivo (de lo habitual)

«Me encanta dormir. Mi vida tiene la tendencia a desmoronarse cuando estoy despierto» – Ernest Hemingway

Las personas tienden a actuar de forma impulsiva y a tomar malas decisiones cuando están agotadas. Puede que te encuentres con un atracón de dulces o haciendo o diciendo cosas que no quieres, o gritando a un cónyuge o compañero de trabajo, porque estás menos inhibido.

2. Tu memoria se resiente

¿No recuerdas dónde has dejado las llaves de casa? Probablemente se deba a que has dormido poco. Dormir bien es de suma importancia para la salud del cerebro a largo plazo. Un estudio en ratones demostró que el sueño ayuda a eliminar las moléculas tóxicas del cerebro. Los expertos sugieren que no dormir lo suficiente o dormir mal de forma regular podría perjudicar la capacidad de tu cerebro para mantener un sistema nervioso limpio.

3. Siempre tienes hambre

Cuando tu cerebro no obtiene la energía que necesita del sueño, la busca en otra parte, y la comida es una opción natural. Has notado antojos de alimentos grasos o dulces cuando no has dormido bien.

Dormir mal provoca un aumento de la hormona del hambre, la grelina, y de la leptina, la hormona de la saciedad. Cuando no duermes bien, tiendes a comer en exceso porque no sientes las señales de saciedad. Esto, a su vez, provoca un aumento de peso.

4. Estás experimentando problemas de habilidad motora

Si te tropiezas o vuelcas cosas durante todo el día, la razón podría ser un sueño deficiente. Cuando estás cansado, experimentas un fallo en tus funciones neurológicas. Tus reacciones son más lentas y tu concentración también se ve limitada, lo que provoca que tengas dificultades para moverse.

5. Tus emociones están fuera de control

Puedes sentir que tus emociones están fuera de control cuando te falta el sueño. Reaccionas de forma exagerada ante ciertos estímulos emocionales, como una película triste o una fecha límite de trabajo importante.

6. Te cuesta tomar decisiones

Si te resulta más difícil de lo habitual gestionar proyectos en el trabajo o en casa, la culpa podría ser de la falta de sueño. La falta de sueño puede afectar al procesamiento cognitivo de alto nivel y a la velocidad, haciendo que funciones esenciales como la gestión del tiempo o la resolución de problemas se vuelvan aún más difíciles de realizar.

7. Problemas de visión

Si estás agotado, no puedes controlar tan bien los músculos de los ojos. Dormir mal puede dañar el músculo ciliar, que ayuda a los ojos a enfocar. Por ejemplo, te resulta más difícil leer de cerca. También puedes experimentar un deterioro del músculo extraocular con la privación prolongada del sueño, que mueve el ojo de lado a lado y de arriba a abajo.

8. Te salen brotes

La falta de sueño de calidad altera el equilibrio hormonal y aumenta los niveles de estrógeno circulante. Te salen más brotes y tu piel puede empezar a parecer más vieja. Con el paso del tiempo, empezarás a notar un exceso de arrugas debido a la disminución del colágeno, que el cuerpo produce mientras duermes.

9. Estás constantemente enfermo

Otra cosa que puede sufrir con el mal sueño es tu sistema inmunológico. Puede haber problemas serios si no estás durmiendo correctamente en cuanto a la capacidad de tu cuerpo para combatir las infecciones. Más concretamente, te será más difícil librarte de los resfriados.

Una de las razones podría ser que su sistema inmunitario produce citoquinas mientras duerme, es decir, proteínas que ayudan a evitar las infecciones y la inflamación. Dormir mal de forma crónica podría bajar las defensas de tu cuerpo contra los virus y acabar provocando enfermedades del sistema inmunitario.

10. Te quedas dormido

Cabecear es un signo obvio de falta de sueño: puede ocurrir durante unos segundos sin que te des cuenta. También conocido como microsueño, es la forma que tiene tu cuerpo de forzarte a dormir lo que necesitas. Básicamente, tu cerebro se apaga. Esto puede ser un gran problema si manejas maquinaria peligrosa o conduces.